La soledad de las personas mayores, un enemigo silencioso

abril 3, 2018|Publicado por: Centros residenciales, Consejos ancianos

La soledad. Esa compañera a la que nadie quiere acompañar. Estar solo nunca ha sido plato de buen gusto para muchos, aunque otros la alaben bajo cualquier concepto.

Sin embargo, y eso es algo que no puede cuestionarse, cuando se llega a cierta edad, la soledad no es bienvenida. La soledad de las personas mayores, un enemigo silencioso. ¿Sabías que el 30% de las personas mayores españolas se enfrentan a esta realidad que es un importante factor de riesgo para la salud?

Cuando los huesos y músculos dejan de ser los de antaño. Cuando el día a día se resuelve en estar frente a un televisor o en cama debido a las poca movilidad que se tiene. Cuando la familia ya no está cerca la vida se hace más cuesta arriba para aquellos ancianos que viven solos y no tienen con quién intercambiar conversaciones acerca de como fue el día. Además, esta soledad no solo provoca un vacío interior en las personas, sino que además puede tener consecuencias físicas muy complicadas.

La soledad puede ser una realidad o tan solo un sentimiento. En este sentido, la soledad les afecta tanto a nivel emocional, como a nivel físico.

A nivel emocional se sienten más decaídos, sienten una gran tristeza e incluso en ocasiones, depresión ya que sienten que son pocos importantes.
A nivel físico, también existen consecuencias ya que se sienten menos ágiles porque la tristeza los lleva a moverse poco, no tienen ganas de arreglarse y tienen bajones físicos muy importantes.

Para combatir la soledad de las personas mayores, existen en la actualidad muchos recursos, tales como la participación en asociaciones culturales, programas de voluntariado, cursos y talleres de todo tipo. Y también hay lugares donde realizarlas al mismo tiempo que se mantiene una buena actividad social: hogares del pensionista, centros culturales, residencias de ancianos, centros para mayores o también, los tradicionales viajes del Imserso y los que ahora también ofrecen las agencias de viajes a precios reducidos son también una buena opción para la ocupación del ocio.

Además, también existen numerosas organizaciones de voluntariado en las que las personas mayores pueden desempeñar una importante labor y sentirse realmente útiles. Desde las actividades que pueden realizar en la parroquia, pasando por otras en las que incluso pueden ayudar a otras personas mayores con algún grado de dependencia a no sentirse solas.

Sin embargo, hay personas mayores cuyas capacidades físicas pueden estar limitadas y necesitan una atención especial para evitar que se sientan solas y, además mantengan una actividad física y mental básica. En este caso, los servicios sociales del ayuntamiento local y las Comunidades Autónomas pueden ofrecer mucha información sobre programas concretos dirigidos a este objetivo.

Por último, cabe la posibilidad de ingresar en una residencia como la nuestra, en la que reciben toda la atención especial necesaria, incluso rehabilitadora. Las opciones son numerosas, pero es responsabilidad de la familia el que sus mayores puedan acceder a ellas y no sientan la soledad.

Pues consultar toda la información necesaria en la web de Residencias Comunidad de Valencia.